La última actualización de esta entrada fue hecha el 18 marzo, 2024 por Julián Spadaro

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Invertir en Argentina: 10 opciones de inversión ordenadas por riesgo

En el panorama económico actual de Argentina, la inversión financiera se ha convertido en una herramienta fundamental para el crecimiento y la protección del capital. Sin embargo, para aquellos que están dando sus primeros pasos en este ámbito, comprender los diversos tipos de inversión puede resultar abrumador. Desde los tradicionales depósitos bancarios hasta las más modernas criptomonedas, el mundo de la inversión ofrece una amplia gama de opciones, cada una con sus propias características y niveles de riesgo.

En este artículo, exploraremos de manera concisa y con un lenguaje sin tecnicismos incomprensibles, 10 opciones de inversión ordenadas por riesgo disponibles para los inversionistas principiantes.

Desde las inversiones de más bajo riesgo hasta las más arriesgadas, proporcionaremos una visión general de cada opción, destacando sus características principales y consideraciones clave. Ya sea que esté buscando generar ingresos pasivos o hacer crecer su patrimonio a largo plazo, esta guía te ayudará a comprender mejor sus opciones de inversión y tomar decisiones informadas sobre cómo manejar su dinero de manera efectiva.

Antes de comenzar a analizar las diferentes opciones de inversión, es crucial destacar dos aspectos fundamentales. En primer lugar, es imprescindible conocer el perfil de inversor de cada persona antes de tomar cualquier decisión financiera. Este perfil determina el nivel de riesgo que una persona está dispuesta a asumir y orienta la selección de las inversiones más adecuadas para sus objetivos y tolerancia al riesgo.

es imprescindible conocer el perfil de inversor de cada persona antes de tomar cualquier decisión financiera.

En segundo lugar, es vital reconocer la importancia del aprendizaje continuo en el ámbito financiero. Aprender sobre finanzas a través de cursos, lecturas o tutoriales proporciona la base necesaria para comprender mejor el funcionamiento de los mercados y evaluar de manera más informada las opciones de inversión disponibles.

Es importante señalar que este artículo sirve únicamente como una guía explicativa para conocer algunas de las opciones de inversión en Argentina. No constituye recomendaciones financieras específicas ni asesoramiento personalizado. Las decisiones de inversión son responsabilidad individual y deben tomarse con pleno conocimiento de los riesgos y considerando las circunstancias financieras y los objetivos personales de cada individuo.

Los inversores pueden clasificarse en tres categorías principales según su tolerancia al riesgo, su horizonte de inversión y sus objetivos financieros, estos son: conservadores, moderados y agresivos.

  1. Inversores Conservadores:
    • Los inversores conservadores son aquellos que priorizan la preservación del capital y la seguridad de sus inversiones por encima de la búsqueda de altos rendimientos. Los inversores conservadores tienden a evitar la volatilidad del mercado y prefieren una estrategia de inversión más defensiva. La volatilidad en las finanzas se refiere a la rapidez y la magnitud de los cambios en el valor de una inversión, cuánto mas rápidos y abruptos son los cambios, más volátil es.
  2. Inversores Moderados:
    • Los inversores moderados buscan un equilibrio entre la seguridad de sus inversiones y la posibilidad de obtener rendimientos más elevados. Están dispuestos a asumir cierto nivel de riesgo con el objetivo de obtener mayores ganancias a largo plazo. Estos inversionistas están dispuestos a aceptar cierta volatilidad en el corto plazo a cambio de mayores retornos en el futuro.
  3. Inversores Agresivos:
    • Los inversores agresivos, están dispuestos a asumir un alto nivel de riesgo en busca de rendimientos significativos. Buscan oportunidades de inversión con un potencial de crecimiento considerable, incluso si esto implica una mayor volatilidad y la posibilidad de pérdidas significativas.
perfiles deinvesores financieros

Es importante que cada inversor evalúe cuidadosamente su perfil de riesgo y seleccione una estrategia de inversión que se alinee con sus necesidades y tolerancia al riesgo.

Antes de comenzar con el listado, es fundamental aclarar que este artículo presenta una serie de 10 opciones de inversión ordenadas por riesgo, de menor a mayor. Sin embargo, es importante comprender que estas clasificaciones no son estáticas, ya que las inversiones pueden experimentar diferentes niveles de volatilidad y riesgo a lo largo del tiempo. Por lo tanto, aunque las opciones están organizadas en función de probabilidades de riesgo crecientes, es crucial no interpretar este orden de manera literal. En su lugar, se debe considerar como una guía para comprender las diferencias de riesgo entre las distintas alternativas de inversión.

Las cauciones, también conocidas como préstamos de valores, son operaciones financieras en las que un inversor (prestamista) presta temporalmente valores, incluido el dinero, a una entidad financiera (prestataria), a cambio de un interés previamente acordado por el uso de los valores prestados.

Este tipo de inversión suele tener una duración corta, incluso de un día o unas pocas semanas. Aunque las ganancias no suelen ser muy altas, es una opción atractiva para inversores conservadores debido a su bajo riesgo. El prestatario está obligado a devolver los valores prestados más el interés acordado, aunque existe el riesgo de incumplimiento por parte del prestatario.

Un ejemplo común de cauciones es el rendimiento ofrecido por plataformas de fintech como Mercado Pago o Prex. Además, esta operación es beneficiosa para la entidad receptora de los valores, ya que los utiliza como garantía para realizar otras operaciones financieras más productivas.

El plazo fijo es una de las formas de inversión más populares y accesibles para aquellas personas que no conocen mucho de finanzas o para aquellos inversores con un perfil conservador. En pocas palabras, se trata de un acuerdo entre una persona, y una entidad financiera, generalemente bancos. En esta operación una persona decide depositar una cierta cantidad de dinero, por un tiempo específico estipulado, de ahí el nombre “plazo fijo”, a cambio de un interés también fijo y previamente establecido sobre esa cantidad. Es decir que al finalizar el período la persona recibe el dinero que depositó más el interés ganado.

Este es un tipo de inversión segura, ya que los bancos suelen estar respaldados por regulaciones, y seguros que respaldan tu dinero, además en Argentina, los plazos fijos tienen rendimientos mayores a las causiones y mucho mayores que una caja de ahorro común. Además otra gran ventaja es que al nocer de antemano cuánto ganarás con tu inversión, puedes planificar mejor tus finanzas y metas a corto y mediano plazo.

Es importante tener en cuenta que, si bien los plazos fijos son una forma segura de inversión, los rendimientos pueden ser limitados en comparación con otras formas de inversión más riesgosas, como acciones o fondos de inversión, como veremos más adelante. Sin embargo, son una excelente opción para quienes buscan empezar a invertir de manera conservadora y sin grandes riesgos.

Si quieres conocer el interés de los plazos fijos, puede hacer click en este link del BCRA, que compara las tasas de las distintas entidades bancarias.

Además del plazo fijo tradicional, en Argentina, existe otro tipo de plazo fijo llamado UVA.

Para entender que son los plazos fijos UVA, primero hay que saber que son las UVA (Unidades de Valor Adquisitivo).

Las UVAs son una unidad de cuenta que se utiliza en Argentina para ajustar el valor de los contratos y transacciones a la inflación y tienen un valor que se cotiza diaramente. Es decir, su objetivo es mantener el poder adquisitivo del dinero a lo largo del tiempo. Por lo tanto, con los pesos, se adquieren las UVAs, que se son las que luego se invertirán en el plazo fijo.

Los plazos fijos UVA son una variante de los plazos fijos tradicionales que se ajustan por la inflación, lo que significa que el dinero invertido no pierde poder adquisitivo frente a la subida de precios acelarada que enfrenta la Argentina en los últimos tiempos.

Por lo tanto, a diferencia de los plazos fijos tradicionales, donde el interés es fijo, en los plazos fijos UVA, el interés puede variar dependiendo de la inflación, por lo tanto, el capital y los intereses se ajustan de acuerdo con los cambios en el costo de vida. Debido a su naturaleza ajustable y variable, los plazos fijos UVA pueden ser más complejos de entender y gestionar que los plazos fijos tradicionales.

Para conocer el valor de cada UVA, según el BCRA puedes hacer click aquí.

El dólar ha sido históricamente una opción popular de inversión y ahorro en Argentina debido a la percepción de estabilidad y valorización a largo plazo, por lo tanto se convirtió en una de las formas de ahorrar e invertir más comunes en Argentina. La compra de moneda extranjera, por lo tanto, constituye una forma de inversión conservadora, por más que tenga fluctuaciones en sus precios. A largo plazo, en Argentina, su cotización siempre fue creciente, provocando así la devaluación de la moneda.

También, desde hace tiempo, la adquisición de manera formal de dólares fue cada vez más dificultosa debido a las distintas restricciones que el BCRA impone para su compra, lo que generó distintos tipos de mercado de compra venta, formales e informales. En este artículo de Ensamble de Ideas, te contamos los distintos tipos de cotización del dólar en Argentina. También, si lo deseas, puedes ver nuestro video en YouTube. Te invitamos a que también te suscribas a nuestro canal.

Los fondos comunes de inversión de renta fija son vehículos de inversión colectiva en los que un grupo de inversores aporta su dinero en un fondo administrado por una entidad financiera o gestora de fondos. Estos fondos invierten principalmente en instrumentos financieros de renta fija, como bonos, pagarés, letras del tesoro, entre otros activos de naturaleza similar.

La renta fija se refiere a instrumentos financieros que ofrecen un flujo de ingresos predecibles y estables, a diferencia de los de renta variable, que también se explicarán más adelante, donde los rendimientos pueden ser mayores, pero sus riesgos también.

Los fondos comunes de inversión de renta fija pueden tener diferentes objetivos de inversión, plazos y niveles de riesgo. Algunos fondos pueden enfocarse en bonos gubernamentales, otros en bonos corporativos o en bonos municipales, y pueden variar en cuanto a la calidad crediticia de los bonos que componen su cartera.

La ventaja de invertir en estos fondos es que permiten a los inversores acceder a una cartera diversificada de instrumentos de renta fija, administrada por profesionales financieros, sin la necesidad de comprar los activos individuales directamente. Además, la gestión profesional puede ayudar a maximizar los rendimientos y gestionar el riesgo de manera más efectiva.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque los fondos de renta fija tienden a ser menos volátiles que los fondos de renta variable, aún están sujetos a riesgos del mercado por las subidas y bajadas de cotización, y el riesgo crediticio del inversor, con la posibilidad que no pagué el bono en la fecha de su vencimiento. Por lo tanto, es fundamental comprender los objetivos de inversión, la estrategia del fondo y los riesgos asociados antes de invertir en cualquier fondo común de inversión de renta fija.

Las letras del tesoro son instrumentos financieros de deuda emitidos por el gobierno de un país para obtener financiamiento. Se emiten a un descuento sobre su valor nominal y se reembolsan al valor nominal al vencimiento. La diferencia entre el precio de compra y el valor nominal es la ganancia para el inversor. Por un lado las letras suelen ser inversiones de corto plazo (menos de un año) y no pagan intereses intermedios, como lo hacen los bonos.

Las letras del tesoro son consideradas generalmente como inversiones de bajo riesgo, ya que están respaldadas por la solidez financiera del gobierno emisor. Sin embargo, como con cualquier inversión, siempre existe un cierto nivel de riesgo, como el riesgo de que el gobierno no pueda cumplir con sus obligaciones financieras.

Dado su corto plazo, las letras del tesoro suelen ser instrumentos financieros muy líquidos, lo que significa que pueden ser comprados y vendidos fácilmente en el mercado secundario antes de su vencimiento.

Por lo tanto, las letras del tesoro son una opción de inversión popular debido a su relativa seguridad y a su capacidad para proporcionar rendimientos en un período de tiempo relativamente corto. Sin embargo, los inversores deben considerar cuidadosamente sus objetivos financieros y evaluar el riesgo asociado antes de invertir en ellas.

las letras del tesoro son una opción de inversión popular debido a su relativa seguridad y a su capacidad para proporcionar rendimientos en un período de tiempo relativamente corto

Los bonos son instrumentos de deuda emitidos por entidades gubernamentales con el fin de obtener financiamiento. Cuando compras un bono, estás prestando dinero al Estado emisor a cambio de pagos periódicos de intereses y la devolución del valor nominal del bono al vencimiento. A diferencia de las letras, son inversiones a más largo plazo y el pago de intereses periódicos. Estos vencimientos pueden tener plazos de uno a cinco años, pero también pueden existir casos que duren hasta décadas.

En los bonos, el emisor emite bonos con un valor nominal específico, que es el monto que se pagará al vencimiento. Este valor nominal se conoce como valor nominal o valor par del bono. La mayoría de los bonos pagan intereses periódicos, conocidos como cupones, durante la vida del bono. Estos cupones pueden pagarse anual, semestral, trimestral o mensualmente, según lo acordado y se calculan como un porcentaje del valor nominal del bono. Por ejemplo, si un bono tiene un valor nominal de $1000 y una tasa de cupón del 5% semestral, se pagarían $50 en intereses cada seis meses.

Después de emitirse, los bonos se negocian en el mercado secundario. El precio de un bono en el mercado secundario puede variar según varios factores, como los cambios en las tasas de interés y la percepción del riesgo del emisor.

Existe una relación inversa entre los precios de los bonos y las tasas de interés. Cuando las tasas de interés aumentan, los precios de los bonos tienden a disminuir, y viceversa. Esto se debe a que los nuevos bonos emitidos en un entorno de tasas de interés más altas ofrecen rendimientos más atractivos, lo que hace que los bonos existentes con tasas más bajas sean menos deseables en comparación con otras opciones de inversión.

La rentabilidad de un bono se compone tanto de los pagos de intereses periódicos como de las fluctuaciones en el precio del bono en el mercado secundario. Si compras un bono y su precio aumenta en el mercado secundario, puedes obtener ganancias de capital si decides venderlo antes del vencimiento. Por otro lado, si el precio disminuye, podrías incurrir en pérdidas.

Los bonos pueden generar ganancias si su precio aumenta en el mercado secundario, pero también conllevan el riesgo de pérdidas si su valor disminuye.

Por lo tanto, los bonos son un tipo de inversión tendiente a moderada, ya que ofrecen pagos periódicos de intereses y la devolución del capital al vencimiento, pero también conllevan riesgos, como el riesgo de crédito y el riesgo de fluctuaciones en el precio del mercado.

Las obligaciones negociables son similares a los bonos, pero en lugar de ser deudas emitidas por entidades gubernamentales, son emitidas por empresas. Funcionan de manera similar a los bonos en el sentido de que representan una deuda que la empresa asume con el inversor a cambio de pagos periódicos de intereses y la devolución del valor nominal al vencimiento.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las obligaciones negociables pueden conllevar ciertos riesgos adicionales, como el riesgo de crédito de la empresa emisora. Esto significa que existe la posibilidad de que la empresa no pueda cumplir con sus obligaciones de pago, lo que podría resultar en pérdidas para los inversores.

Además, el valor de las obligaciones negociables también puede fluctuar en el mercado secundario, lo que puede afectar su precio y, por lo tanto, el rendimiento de la inversión.

Un fondo común de renta variable invierte principalmente en acciones u otros instrumentos financieros relacionados con acciones. Esto significa que el valor del fondo puede fluctuar significativamente en función del rendimiento del mercado de valores. Los gestores del fondo toman decisiones sobre en qué acciones invertir, con el objetivo de obtener ganancias a través del crecimiento del valor de las acciones y, en algunos casos, mediante el pago de dividendos.

Estos fondos son más adecuados para inversores que tienen un horizonte de inversión a largo plazo y están dispuestos a asumir un mayor riesgo, ya que están sujetos a una mayor volatilidad, en busca de mayores rendimientos. También es importante considerar que, al ser una inversión a largo plazo, se debe estar preparado para invertir una suma de dinero que probablemente no se necesite en el corto plazo y que pueda quedar “inmovilizada” por un período de tiempo mientras se busca generar rendimientos.

Los FCI de renta variable son para inversionistas a largo plazo. Requieren una inversión de dinero que posiblemente no se necesite pronto para generar rendimientos.

Para inversores menos agresivos, existen fondos de renta mixta donde se diversifican los riesgos asignando una parte de manera más conservadora, como vimos en los FCI de renta fija, y otra parte en inversiones de renta variable. Estos fondos ofrecen un equilibrio entre el potencial de crecimiento y la estabilidad de la inversión, siendo una opción adecuada para quienes buscan una combinación de seguridad y rendimiento en sus inversiones.

Una acción es una unidad de propiedad en una empresa. Cuando compras acciones de una empresa, te conviertes en accionista, lo que significa que posees una parte de esa empresa. Las acciones se emiten y se negocian en los mercados financieros, como la Bolsa de Valores.

Las acciones se negocian en lo que se conocen como “Bolsas de Valores”, donde las empresas emisoras ofrecen sus acciones para su compra o venta por parte de los inversores.

En estas bolsas, las empresas listadas tienen sus acciones cotizadas, lo que significa que tienen un precio asociado que varía según la oferta y la demanda en el mercado. Los inversores colocan órdenes de compra o venta a través de corredores de bolsa, especificando el precio y la cantidad de valores que desean negociar. Estas órdenes se ejecutan cuando los precios de compra y venta coinciden.

El horario de negociación de la bolsa generalmente es de lunes a viernes y cierra en días festivos, aunque este horario puede variar según la región geográfica. Es importante destacar que la bolsa está sujeta a regulaciones estrictas para garantizar la transparencia, equidad y estabilidad del mercado, con reguladores supervisando las actividades y aplicando sanciones en caso de violaciones.

Invertir en acciones se considera una inversión agresiva debido a los riesgos involucrados, como la alta volatilidad de los precios que pueden fluctuar en cuestión de minutos. Algunas personas se especializan en analizar gráficos y tendencias para detectar oportunidades, pero esto conlleva riesgos adicionales.

Por lo tanto, es crucial investigar y comprender tanto las empresas en las que se invierte como los riesgos asociados con el mercado de valores. Diversificar la cartera y mantener una estrategia de inversión a largo plazo pueden ayudar a mitigar algunos de estos riesgos.

Los CEDEARs (Certificados de Depósito Argentinos) son instrumentos financieros que permiten a inversores argentinos acceder a acciones de empresas extranjeras cotizadas en el exterior a través de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Estos certificados representan la tenencia de acciones de compañías extranjeras, pero se negocian en pesos argentinos y bajo la jurisdicción de la Bolsa de Buenos Aires.

certificados representan la tenencia de acciones de compañías extranjeras, pero se negocian en pesos argentinos y bajo la jurisdicción de la Bolsa de Buenos Aires.

El funcionamiento básico es el siguiente: un banco o agente de bolsa adquiere acciones de una empresa extranjera y las deposita en custodia en el país de origen. Luego emite los CEDEARs, que representan estas acciones, y los pone a disposición de los inversores argentinos en el mercado local. De esta manera, los inversores pueden comprar y vender estos certificados en la Bolsa de Buenos Aires, obteniendo exposición a las acciones extranjeras sin necesidad de abrir una cuenta en el exterior o realizar transacciones en moneda extranjera.

Los CEDEARs ofrecen varias ventajas para los inversores argentinos. Por un lado, permiten diversificar sus carteras al acceder a acciones de empresas globales reconocidas. Además, al negociarse en pesos argentinos, evitan la exposición a fluctuaciones cambiarias. También facilitan el acceso al mercado internacional a inversores que, de otro modo, podrían enfrentar barreras como restricciones de cambio o limitaciones para abrir cuentas en el exterior.

Al ser acciones, los CEDEARs representan inversiones agresivas, con el doble problema de estar sujetos tanto a las fluctuaciones de la cotización de las acciones subyacentes como a la cotización del dólar MEP (Mercado Electrónico de Pagos), que es el tipo de cambio utilizado para la compraventa de activos financieros en el mercado local. Es importante recordar que, además de la exposición al riesgo de mercado inherente a cualquier inversión en acciones, los inversores en CEDEARs también están sujetos al riesgo cambiario.

Por lo tanto, se enfatiza la importancia de realizar un análisis exhaustivo antes de comprar CEDEARs, evaluando tanto el desempeño histórico de la acción subyacente como las condiciones económicas y políticas tanto a nivel local como internacional. Esto ayuda a mitigar la posibilidad de mayores pérdidas en caso de que se produzcan movimientos desfavorables en los mercados bursátiles o cambiarios.

Los futuros son instrumentos financieros derivados que obligan a las partes involucradas a comprar o vender un activo subyacente en una fecha futura específica y a un precio acordado previamente. Estos activos subyacentes pueden ser commodities (como petróleo, oro, trigo), valores (como acciones), índices bursátiles o incluso tasas de interés.

Por ejemplo, se puede hacer un contrato de futuros para comprar una cantidad de petróleo dentro de seis meses a un precio fijo, sin importar si el precio del petróleo sube o baja en ese tiempo. Estos acuerdos se hacen en mercados especiales llamados bolsas de futuros. Por lo tanto, En los contratos de futuros, el comprador se compromete a adquirir el activo subyacente en el futuro, mientras que el vendedor se compromete a entregarlo. Ambas partes están obligadas a cumplir el contrato en la fecha de vencimiento, independientemente de las condiciones del mercado en ese momento.

La idea principal de los futuros es permitir a las personas protegerse contra cambios imprevistos en los precios. Por ejemplo, si eres un granjero y sabes que vas a cosechar trigo en tres meses, podrías hacer un contrato de futuros para vender tu trigo a un precio fijo. Esto te protege si el precio del trigo baja antes de que lo vendas, pero por el contrario, si el precio sube demasiado lo habrías vendido más barato y habrías perdido.

Es importante destacar que los futuros pueden ser instrumentos financieros apalancados, lo que significa que se puede operar con una cantidad de dinero que es significativamente mayor que el valor del contrato en sí. Esto puede aumentar tanto las ganancias como las pérdidas potenciales y requiere una gestión cuidadosa del riesgo por parte de los inversionistas y por eso también se la cataloga como una inversión riesgosa y agresiva.

La inversión en criptomonedas implica comprar y poseer monedas digitales con la esperanza de que su valor aumente con el tiempo, lo que te permitiría venderlas posteriormente a un precio más alto y obtener una ganancia. A grandes rasgos, el funcionamiento de la inversión en criptomonedas es similar al del mercado de valores en el sentido de que ambas actividades implican la compra y venta de activos con el objetivo de obtener beneficios.

A comparación con el mercado de valores, el mercado de criptos está abierto las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que significa que los inversores pueden comprar y vender criptomonedas en cualquier momento.

También es importante saber que el mercado de criptomonedas ha sido históricamente menos regulado que el de valores, aunque esta situación está cambiando en muchos países a medida que los gobiernos intentan establecer marcos regulatorios para las criptomonedas.

Las criptomonedas son conocidas por su alta volatilidad en comparación con las acciones tradicionales. Los precios de las criptomonedas pueden experimentar cambios significativos en un corto período de tiempo, lo que puede generar oportunidades de ganancias importantes pero también conlleva un mayor riesgo de pérdida, lo que las lleva también a ser consideradas como una inversión agresiva.

Con la amplia gama de opciones de inversión disponibles, y muchas más que ni siquiera hemos explorado en este artículo, puede resultar difícil determinar qué camino seguir. Sin embargo, es importante recordar la importancia de diversificar las inversiones y evitar concentrar todos los recursos en una sola alternativa, siguiendo el famoso refrán de “no poner todos los huevos en la misma canasta”. Esta estrategia no solo amplía las posibilidades, sino que también ayuda a mitigar posibles pérdidas.

Al momento de elegir, hay varios parámetros a considerar:

  • Perfil de inversor: Evaluar si se es conservador, moderado o agresivo en cuanto al riesgo asumido.
  • Horizonte temporal de la inversión: Determinar el plazo esperado para alcanzar los objetivos de inversión.
  • Nivel de conocimiento sobre la inversión: Es fundamental comprender en qué se está invirtiendo y cómo funcionan los instrumentos financieros seleccionados.
  • Rendimientos esperados: Analizar las proyecciones de ganancias en función del tipo de inversión.
  • Tolerancia al riesgo financiero: Definir cuánto se está dispuesto a perder en caso de que la inversión no genere los resultados esperados, especialmente en opciones más moderadas o agresivas.
  • Liquidez: Considerar el tiempo estimado para necesitar el capital invertido y asegurarse de que la inversión sea lo suficientemente líquida para satisfacer las necesidades futuras.

Es importante destacar que este artículo tiene fines puramente educativos y no constituye asesoramiento financiero. Siempre se recomienda buscar la orientación de un profesional en finanzas para tomar decisiones informadas y seguras.

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